viernes, 9 de marzo de 2012

PROTOS Roble Joven


Protos, griego “primero”, en 1927, consiguieron crear la bodega primera de la Ribera. Lograron alcanzar éxito a nivel internacional sobre todo tras la exposición universal de Barcelona en 1929, que le otorgó medalla de oro a sus vinos tintos.
Es tal su marca de calidad y prestigio que en los años 80 una franja vinícola de reconocida consideración adopta su nombre, Ribera de Duero, para identificar al Consejo Regulador de Denominación de Origen que velará por la calidad de los vinos de la zona.
Este vino obtenido con uva seleccionada 100 % Tinta del País, está 6 meses de crianza en barrica de roble americano y otros 6 en botella hasta salir al mercado.

Análisis cromático: 
Color cereza oscuro, con borde violáceo vivo, cubierto.

Fase aromática: 
Muy expresivo potente complejo, con fruta fresca especias dulces y notas de bayas rojas.

Fase gustativa: 
Suave y franco, con buena fruta, largo y elegante.

Propuesta de maridaje:
• Carnes: lechazo al horno, chuletillas de cordero fritas, cordero asado, lengua de ternera en salsa, mollejas, rabo de toro...
• Caza: codornices salteadas o en salsa, conejo al ajillo, faisán asado, liebre con patatas y arroz, lomo de ciervo, perdiz estofada.
• Cereales y pastas: arroz con perdiz, pollo o conejo, espaguetis a la boloñesa, lasaña de carne, macarrones con chorizo, tallarines boloñesa.
• Fiambres: jamón serrano, cabeza de jabalí, chistorra, chorizo, foie gras, fuet, lacón, morcilla, morcón.
• Huevos: en cualquiera de sus variedades o en tortilla.
• Legumbres: alubias blancas con chorizo, fabada asturiana, judías pintas y todo tipo de potajes.
• Pescados: atún con tomate, bacalao, bonito con tomate o encebollado, marmitako.
• Quesos: marida muy bien con cualquier queso semicurado.
• Sopas: sopa de garbanzos, sopa de ajo, sopa castellana, cocido madrileño y cocido montañés.
• Verduras y hortalizas: calabacines calabaza, champiñón en salsa o la plancha, judías verdes con jamón, menestra de verduras y patatas con bacalao.


No puedo explicar cómo conocí este vino ya que no puedo acordarme, porque tengo el recuerdo de que estuviese presente en todas las comidas importantes en mi familia. Y ahora también en aquellas menos importantes (siempre que no sea laboral), ya que tanto mis hermanos, como yo tenemos edad para degustarlo.
Lo que empezó por “ponme un poco que lo pruebe”, ha terminado por desplazar otras bebidas de nuestras copas. Recuerdo que tuve la misma sensación que ocurre con otro tipo de bebidas como café o cerveza, que al principio rechazamos pero luego resultan agradables al paladar. De hecho siempre hay alguna botella de este vino por casa y mientras estamos comiendo, alguien dice “esta carne estaría mucho mejor con un poco de vino”. Y es que, ¿quién podría resistirse?


Anna María Ferrer Aracil

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