jueves, 24 de marzo de 2011

HOYA DE CADENAS


Los buenos vinos nacen de los mejores viñedos. La finca Hoya de Cadenas es un paraíso ecológico donde gracias a la combinación armónica de clima y suelo, Bodegas Gandía produce vinos con personalidad, historia y estilo. Está situada a sólo 100 km. de la ciudad de Valencia, y cuenta con más de 200 hectáreas de las más nobles variedades locales e internacionales de uva. Al estar a 800 m. de altitud, en las laderas de la Sierra de la Bicuerca, disfruta de un microclima particular en el que las oscilaciones térmicas entre el día y la noche, confieren a la uva características propias y facilitan la acumulación de los tan apreciados polifenoles.
Para la elaboración de este vino, las variedades cultivadas son Chardonnay, Sauvignon Blanc y Macabeo, la vendimia se realiza durante la primera quincena de septiembre. Tras un corto periodo de maceración en frío y posterior sedimentación, el mosto se lleva a fermentación con limpidez absoluta. La fermentación es lenta y a una temperatura de 18ºC para preservar la valiosa materia prima. El grado alcohólico del vino embotellado es de 12.5%.
En cuanto a los aspectos organolépticos, en la cata se observan las siguientes características:
*      Análisis cromático: Es un vino límpido y brillante, de color amarillo pálido, con irisaciones que evocan al oro blanco.
*      Fase aromática: Las variedades materializan su potencial en nariz con la conjunción armónica entre los aromas de frutas ácidas (naranja, lima y flor de azahar) y los herbales (hinojo y anís).
*      Fase gustativa: En boca se confirma lo que en nariz se anunciaba, y se desencadenan las sensaciones, afrutadas en primera instancia, que a continuación dejan paso a la sensación de volumen y después se equilibra con la acidez. Una armonía que a nadie dejará indiferente.
Con respecto a las propuestas de maridaje, se recomienda tomarlo con moluscos, mariscos cocidos, pescados blancos, pasta fresca Italiana y verduras al vapor.
Personalmente, por lo general, y aunque quizá no sea el sitio más apropiado para decirlo, no soy muy amante de los vinos, sin embargo, sí que me gusta disfrutar de una copita de este delicioso vino blanco de vez en cuando. La primera vez que lo probé, fue durante un catering de bienvenida en una celebración, y me encantó. Al principio, lo degusté por compromiso (puesto que como ya he dicho, no suelo beber vino), pero pronto me percaté de que su agradable frescor y su adecuada acidez cítrica, lo convierten en un vino muy apropiado para acompañar cualquier aperitivo, tapa y degustación gastronómica en general. Es fácil asociarlo, por lo menos así ocurre en mi caso, con pasar un buen rato entre amigos, mientras se disfruta de buena comida.ELENA RUIZ LÓPEZ

lunes, 14 de marzo de 2011

“Impresiones”, de la bodega Los Palomares,


No soy gran entendida en vinos y, hasta este año, nada apasionada, pero poco a poco la afición está yendo a más. El vino que voy a comentar es el “Impresiones”, de la bodega Los Palomares, un vino leonés. Quizá os parezca raro que vaya a hablar de un vino leonés por eso quiero explicar que lo descubrí por la novia de mi hermano que es leonesa y un día lo trajo a casa para que lo probáramos. Me gustó mucho porque es un vino dulce que entra muy fácilmente y que deja un buen gusto en boca.
 Desde 1.965, la Bodega Los Palomares elabora y selecciona las mejores uvas para crear los vinos de D.O Tierra de León.  La bodega está situada en la localidad leonesa de Valdevimbre. En este pueblo, las  tradiciones vitivinícolas son de gran arraigo y el  secreto y las formas de trabajar el vino desde su origen hasta su puesta en el mercado, se transmiten de generación en generación. Han mantenido el buen saber y el mimo a la hora de elaborar vinos. Pero a su vez, estando atentos a las demandas técnicas que la elaboración de vinos de calidad requieren, actualizando y modernizándose cada día, incorporando sistemas de control de la calidad, fermentación controlada e implantación de la trazabilidad. Cuentan con 25 Hectáreas de viñedo, 5 para variedad Verdejo y 20 para la variedad autóctona: el “Prieto-Picudo”.
 “Impresiones” es un vino blanco semidulce de la variedad verdejo (100%). Presenta un grado alcohólico de 9,0% vol. Es de color amarillo acerado, con mucha chispa de carbónico. Su aroma es muy intenso, con recuerdos a manzana, piña, melocotón y frutas tropicales en almíbar. En boca se manifiestan las grandes impresiones: entrada dulce, paso ácido, post-gusto amargo y final secante que incita a seguir disfrutando de este maravilloso vino.
En cuanto al maridaje, es ideal para acompañar con canapés, aperitivos, tapas y patés. Se debe servir a una temperatura de entre 6-8 °C.
Ana Mª Simó Serrano

jueves, 3 de marzo de 2011

“LA SANGRE DE RIBEIRA SACRA ES EL VINO”



Yo, como gallego de pura cepa, siento devoción por los vinos frescos y jóvenes de mi tierra, prefiriendo estos (a pesar de que tengan menos prestigio y reconocimiento en los círculos de amantes del vino) a los crianzas, más extendidos por todo el resto de España. Y es uno de estos vinos sencillos (y este calificativo no tiene connotación negativa) uno de mis favoritos: los Ribeira Sacra.
En mi casa siempre se ha procurado tener una buena reserva de vinos para poder elegir, dependiendo de la época del año, del menú que nos prepare la abuela y, en general, del contexto del momento, un vino u otro. Mi padre siempre me ha instado a probar aquellos vinos que él mismo elegía durante las comidas, adiestrando de forma inconsciente mi paladar para apreciar y diferenciar unos vinos de otros; y de entre todos los que he tenido ocasión de catar desde aquel primer Rioja hará unos 6 años, el que más ha conseguido seducir mi sentido del gusto ha sido un tinto de la denominación de origen Ribeira Sacra.
Desde mi punto de vista como consumidor (y no como aspirante a tecnólogo de alimentos) describiría estos vinos como frescos y agradables de beber en general. A simple vista muestra una tonalidad rojo cereza. En nariz resulta muy aromático, recordando a la fruta roja y negra con toques florales y balsámicos. En boca, como ya he mencionado, resulta fresco, suave y goloso, con una acidez bien equilibrada y amplitud. Es curioso como este vino consigue unas características tan agradables sin ser un vino añejo: los entendidos en el tema dicen que es en la Ribeira Sacra donde se hace el mejor vino joven de toda España.
Con respecto a la denominación Ribeira Sacra hay que decir que, además del paisaje y la dificultad, el “terroir” (condiciones de la zona: clima, suelo, orientación del Sol..) que podemos encontrarnos en la región que abarca la denominación de origen es el factor decisivo a la hora de crear estos, pudiendo cultivar la misma variedad en cualquier otra zona pero siendo imposible obtener el mismo vino.
Puede que sea por méritos propios o por los recuerdos de familiaridad que desata en mí, no lo sé, pero los vinos tintos de la Ribeira Sacra son como debe ser la sangre de los verdes paisajes lucenses de Galicia: agradables, nostálgicos y seductores. Os invito a probarlo, acompañando a un surtido de quesos tiernos (tetilla gallega, ya puestos a hacer un menú “de la zona”) de entrante y unas vieiras frescas de las ría coruñesa de plato principal. No espero que os guste: se que os gustará.   Lois Fraiz Ares