miércoles, 23 de febrero de 2011

UN MOSCATEL PARA CONOCER LA MAYORIA DE EDAD

Ochoa Moscatel es el vino más preciado y reconocido de las Bodegas Ochoa, situadas en Olite (Navarra). Los orígenes de esta bodega se remontan a 1845 hasta la actualidad, donde el proceso está totalmente automatizado y supervisado por 14 personas que ponen el toque humano y personal característico de estos vinos. La capacidad de esta bodega permite procesar alrededor de 1.000.000 kilos anuales de uva lo que se traduce en unas 600.000 botellas por campaña anual.
El vino aquí presentado es un vino blanco dulce D.O. Navarra, elaborado con 100% con la variedad mosactel de grano menudo. Como referencia, para una añada de 2009 se recomienda consumirlo en 2011, y presenta una graduación alcohólica del 15,5 %. Las botellas que se ponen a la venta son de 50cl y tienen un coste aproximado de 10,80€. Se recomienda consumirlo a una temperatura de 8 – 10ºC con aperitivos (foie), postres con frutas o queso Cabrales.

Fase cromática: Brillante color amarillo dorado.

Fase aromática: Gran complejidad aromática. Son aromas potentes y frescos con notas tostadas y de pasas de la variedad moscatel.

Fase gustativa: En boca es sedoso, equilibrado y de gran frescor potenciado por su gran carga frutal, la cual se prolonga en largo post-gusto.
Se aprecian ciertas notas de uva sobre-madura que incrementan la diversidad de aromas tanto en nariz como en boca.
“Este impresionante vino de la variedad moscatel de grano menudo ha sido y es la joya tal vez más preciada de Bodegas Ochoa. Elaborado sin adición de azúcar solo con azúcar natural de la uva, el vino en la boca se comporta como una pura golosina, que envuelve, rodea y acaricia los sentidos de los paladares más exigentes”.
Conocí este vino hace unos años en una cena de navidad con mi familia y de alguna manera fue el paso para reconocer que ya era suficientemente mayor como para beber alcohol en casa. Es un vino que me gusta tomar, exclusivamente, en celebraciones familiares en forma de chupito con el café ya que al ser tan dulce y fresco, contrasta totalmente con el sabor amargo del café. Para mi evoca momentos muy familiares y entrañables.
MIREN SOLCHAGA LASPEÑAS

lunes, 14 de febrero de 2011

VALDEPEÑAS VIÑA ALBALI, TINTO RESERVA 2003

Este vino lo podemos encontrar en la Bodega familiar Félix Solís con D.O. Valdepeñas. Gran embotelladora de vinos de calidad, especialmente conocida es su marca Viña Albali. Félix Solís, S.A. ofrece vinos de gran calidad y muy competitivos gracias a contar con la tecnología más moderna disponible y con la potencialidad de las nobles variedades de uva que utiliza en la elaboración, además combina con los diseños más actuales y con la adaptación de los vinos a los nuevos gustos y a cada mercado en concreto.
            Félix Solís, S.A. inicia su trayectoria en 1952, año en el que su fundador, D. Félix Solís Fernández, se traslada, junto a su esposa Leonor y sus hijos, hasta Valdepeñas con el deseo de implantar una bodega familiar con el reclamo de la fama y la calidad de sus vinos.
            Todos los años el día de reyes tenemos la tradición de cenar con la familia queso curado, jamón serrano, pan y vino. Estas fiestas pasadas mi tío trajo varias botellas de vino entre las que se encontraba una de Viña Albali Reserva y fue la primera vez que lo probé.
            La botella como es normal viene en la cantidad de 75 centilitros, y lo primero que observamos a la luz es su color, un rojo cereza no muy pronunciado. Cuando lo abrimos nos viene un olor no muy intenso y afrutado. Su sabor me resulta un pelín acido, sobre todo al final del paladar cuando lo hemos bebido, pero enseguida viene un gusto a frambuesa en la boca, que choca con la acidez del mismo al final, es decir, en la boca no pica y si lo hace cuando lo hemos bebido, aunque no es nada exagerado.
Lo mejor de este vino es la relación calidad precio. Es probablemente el vino reserva más barato del mercado español. Pero no por ello es un vino del que desconfiar. Al contrario, para mí, es un buen vino, y al ser tan asequible nos podemos permitir el lujo de comer siempre que queramos con vino reserva.
            La verdad es que me sorprendió muy gratamente, sobre todo  al acompañarlo con un buen queso manchego, pan y jamón serrano. Pero también es perfecto para la comida diaria, tanto en carnes rojas, asados y embutidos.
 
Begoña Huéscar Escrivá